14 abr 2010

APOCALIPSIS Z. Los días Oscuros.





Manel Loureiro.
APOCALIPSIS Z: Los días oscuros.
Plaza & Janes.




Buena Luna Criaturas.

Después de ver el éxito que esta teniendo este mes en lo que a estrenos cinematográficos se refiere, nos hemos tenido que pasar al terror ancestral escrito negro sobre blanco. A no ser que la peculiar "Alicia" del amigo Tim nos anime el mes, parece que este va a ser uno de los meses mas duros en cuanto a reseñas cinematográficas desde que iniciamos nuestra andadura por el ciberespacio.

Pero dejandome de reflexiones oscurantistas sobre lo malo de los estreno de cine, hoy vuelvo al ataque con uno de mis temas predilectos, los amigos Zombis. Hace ya bastante que escribí una reseña sobre le primer trabajo del letrado Manel Loureiro, donde después de dar el salto desde los post's de su blog fantástico sobre un hipotético ataque zombie mundial, pero narrado desde la prespectiva española, publicaba el primer libro de "Apocalipsis Z" en diciembre de 2007.

La verdad es que fue un libro, que sin florituras linguísticas de las que suele disfrutar el Almirante, a mí me entretuvo gratamente y me absorvió sin mas. Pronto me enteré de que Manel Loureiro estaba preparando una segunda parte y en cuanto la vi en las novedades, no puede mas que comprar y leerla avidamente. "Apocalipsis Z: Los dias Oscuros" es la continuación lineal de la historia narrada en el libro anterior y de como los cuatro protagonistas llegan hasta las Canarias y prueban en sus carnes lo que es la nueva civilización.

SINOPSIS:
Los supervivientes de Apocalipsis Z consiguen llegar a las islas Canarias, una de las últimas zonas a salvo de los No Muertos. Pero lo que allí encuentran es un estado militar enzarzado en una guerra civil, con una población hambrienta y sin apenas recursos para sobrevivir.

Los altos mandos de Tenerife le piden al protagonista y a su inseparable compañero que junto a un equipo de soldados lleven a cabo una misión casi suicida: saquear el hospital La Paz de Madrid, uno de los primeros Puntos Seguros en caer, donde se almacenan toneladas de medicamentos imprescindibles para los supervivientes. Deberán decir adiós a la seguridad de la isla y volver a un infierno inimaginable: un Madrid posapocalíptico, lleno de zombis agresivos que volverán a poner a prueba el coraje de los protagonistas.

Pero lo que no imaginan es que la maldad de un hombre pondrá en peligro los restos de la civilización que han dejado atrás…
 
Lo primero que pensé al ver el segundo libro era que me soprenderia mucho que mantuviese el ritmo al nivel adrenalínico del primero, pasando a ser mas un producto de encargo diseñado para el puro consumo. Lo cierto es que tiene algo de lo anterior, pero gracias a la intervención de la editorial Plaza & Janés, el libro ha ganado en estructura, riqueza lingüistica y formas, cosa que creo  que tiene que ver mas con un buen corrector que con un subito advenimiento de la literatura a la mente del autor. Espero que nadie se ofenda por lo anterior, pero así como su primer libro destilaba frescura y aunque a veces de forma embarullada y torpe, te metia de lleno en el caos del apocalipsis, esta última entrega parece un episodio mas de una larga saga zombi, que forrará los bolsillos de Loureiro.

Independientemente de los motivos y formas de hacer de Loureiro y Plaza & Janés, lo cierto es que la historia nos devuelve a los viejos amigos del primer libro, y aunque mas convencional, es divertido y entretenido con momentos estelares como la presencia de la Familia Real, Esperanza Aguirre y las luchas intestinas entre los republicanos y los "Froilos". Todo ello dirigido a explicarnos una pequeña aventura del autorretratado protagonista y dejar todo un mundo de posibilidades para seguir argumentando el mundo zombi que ha inventado Loureiro.

Sin duda recomemdable para los que, como yo, disfruten de la destrucción de lo establecido, pero que no esperen nada nuevo, porque esto parece mas un guión de algún episodio de una serie televisiva que se emite a temporadas, que un libro con un principio y fin, aunque sea parcial, en sí mismo.

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