26 ene 2009

THE UNBORN. (La semilla del Mal)

Buena Luna Criaturas.

Enero toca ya a su fin y con el declinar de los vientos fríos, parece que vuelve a resurgir el cine entre Oscar's, Globos de Oro y demás Goyas. Para ir rematando la entrada de año esta vez vamos a hablar de "The Unborn" titulada en castellano "La semilla del mal". Película a priori poco atrayente con un título que mas que clarificar lleva a confusión.

SINOPSIS:

Historia de una joven de 19 años (Odette Yustman) que sufre los ataques de un dybbuk, una alma en pena de una persona muerta que ha sido expulsada del cielo. Este dybbuk en particular tendrá la forma de un joven que falleció en el campo de concentración de Auschwitz. Junto a su novio (Cam Gigandet) y un especialista en temas paranormales (Gary Oldman), todos se unirán para acabar con la maldición que tan malos momentos trae a la joven.

El miedo se apoderó de mí en la cola esperando para entrar en la sala, no tanto por lo que esperaba que me asustase la película en sí, sino por pagar un dineral para ver otro bodrio intragable de factura y diseño americano.

La película dirigida por David S. Goyer, conocido entre otras por su bodrio "Blade trinity", no nos decepciona. Con un inicio en exceso lento y con un interés desmesurado en transmitir, con unas tomas reiterativas, un terror psicológico que en ningún momento llegas a percibir, nos adentra en lo que a todas luces parece una pelicual de terror adolescente. Para mas inri, resulta que el amigo David, además de director es el encargado del guión, con lo cual no tiene por donde escaparse.

La historia en principio parece un intento más de reciclado del típico terror asiático de fantasmas, pero que para sorpresa del espectador se enroca de forma algo torpe dándole un cambio de aires. Lo cierto es que a pesar de lo atropellado del cambio de dirección, la película sale ganando en interés y pasa a homenajear de forma indirecta a películas del ramo como "The Ring" o "The Eye" en su inicio y mas adelante tiene claros tintes de "La Profecía" y "El Exorcista".

Lo también sorprendente y a mi juicio desacertado, es la inclusión de las tradiciones y folclore judío, incluido el mas que reiterado uso del terrible holocausto sufrido en la 2ª Guerra Mundial, en el intento fútil y estéril de dar un tinte distintivo a esta película con respecto a las muchas que se han realizado sobre espectros y posesiones.

El uso de los efectos especiales no tiene nada de novedoso, ni atrayente, bichos a gogo, retorceduras de cabeza y sustos sonoros, rellenan las tomas lentificadas que preparan el ambiente para el susto mas que esperado.

Del reparto destacar el currículo de Gary Oldman, que es el que siendo secundario aporta algo de personalidad al film y la actuación sosa y asustadiza, con puntos inconexos de la protagonista Odette Yustman, que acostumbrada a gritar en el pseudodocumental "Cloverfield (Monstruoso)" maltrata sus cuerdas vocales como la que mas y exhibe sus curvas varias veces durante la proyección.

En definitiva pasa lo de últimamente, pocas veces nos sorprenden con lo que nos traen los amigos de EEUU y esta vez, aunque he de reconocer que se ha intentado dar un giro argumental a la película, se ha hecho de forma tan desastrosa y poco cuidada, que nos llega a decepcionar mas todavía que si nos hubiesen ofrecido aquello que exactamente esperábamos que fuera.

VALORACIÓN:

20 ene 2009

El comisario Adamsberg contra la peste negre. Fred Vargas






Fred Vargas
Huye rápido, vete lejos
Editorial Siruela


Tan cercano y, al mismo tiempo, tan inalcanzable. El investigador de novela policiaca es un héroe en quien luce, por encima de todo, su mundanidad: al recorrer los bajos fondos de las ciudades que directamente conocemos, o que son prototípicas de las que habitamos; al sonsacar información a los chivatos usando un lenguaje parejo al nuestro, descuidado y trufado de palabrotas; al conocer, ¡ay!, los mismos apretones económicos que cualquiera de nosotros y, principalmente, por su porte y su presencia tan común que pasa desapercibido y sin dejar huella en la multitud, no podemos menos que sentirlo un hermano de sangre, amigo confidente o, incluso, carne de nuestra carne. Pero también tan lejano: por su estilazo al acodarse en la barra pidiendo un whisky; al usar ese lenguaje telegráfico donde cada palabra está medida milimétricamente para causar un vértigo insoportable a su interlocutor, más aún si se trata de una joven y hermosa clienta; también por recibir tan elegantemente y sin queja las palizas de los hampones y algún que otro balazo, y por dignificar esa prenda que de no ser por él habría sucumbido a la voracidad intempestiva de la moda, me refiero, claro está, a la gabardina. El investigador deja aparcado en la cuneta al héroe enfático que usa calzoncillos por encima de los leotardos, que vuela, dispara rayos láser y lanza por los aires locomotoras de tren; pero también al héroe lunático, el que usa varita mágica o penetra en mundos habitados por hadas y gigantes de piedra y, al repelente, el que te saca de quicio resolviendo lo irresoluble sin salpicarse sus pantalones planchados a raya. Él, por el contrario, se mueve por instinto, se equivoca y es, casi siempre, una víctima más, pero finalmente se redime por esa cualidad suya que lo rescata en toda ocasión, su afán inquebrantable por desvelar la verdad, la honradez de una moral brumosa a prueba de sentido común; una ética cercana que aprobamos y hacemos nuestra. Se codea así con nosotros mostrándonos la posibilidad más plausible de la aventura, la que está ya sucediendo a cada momento en tantos lugares de nuestra pateada ciudad y que únicamente espera que nos colguemos la gabardina a los hombros y nos atrevamos.
Si no fuera porque el género policíaco ya existe, habría que inventarlo. Afortunadamente, hoy en día goza de una salud de hierro y muchos de los grandes narradores de nuestro tiempo ya no le temen al sambenito de novelista de folletín y producen investigadores inolvidables, como el comisario Adamsberg, el protagonista de Huye rápido, vete lejos, de la escritora francesa Fred Vargas, editado en España por Siruela dentro de la colección Nuevos Tiempos (que publica toda su obra policiaca). Fred Vargas nos presenta un investigador moderno, que actúa en nuestro Paris contemporáneo, pero que conserva todos los atractivos de los clásicos: la vida desordenada, la personalidad magnética, el descuido en lo banal y la mirada siempre fija en lo primordial: atrapar al criminal. En esta ocasión, el asesino buscará la publicidad de su obra, pues la entiende como arte vengativo, por medio de un pregonero moderno y unos mensajes oscuros sólo accesibles a unas pocas personas versadas en historia medieval. Entiendo las reservas que siempre produce, y debe producirnos en estos tiempos, la palabra “medieval”, denostada hasta poner la piel de gallina con solo oírla por causa de tanto best-seller abominable. Pero, en esta ocasión, lo medieval tiene aquí un papel accesorio, de servidumbre, para dar más empaque a una historia de intriga sensacional hilada con el talento sobresaliente del que sabe de lo que escribe, no en vano Fred Vargas es especialista en arqueozoología y ha trabajado varios años en el prestigioso Centro Nacional de Investigación Científica el tema que sobrevuela esta novela, la peste negra. Acompañando al comisario Adamsberg y al asesino, hay una retahíla de secundarios de lujo, como dicen los cinéfilos, encabezados por Danglard, el segundo del comisario, que siempre le cubre las espaldas y supone el contrapunto racionalista a sus devaneos instintivos; Joss Le Guern, el taciturno pregonero; Bertin, el dueño normando del bar El Vikingo, donde sirven un calvados que te deja aturdido 24 horas; Decambrais, el profesor de historia que es el primero en desvelar el misterio de los mensajes y que, también ostenta la propiedad de la pensión donde habitan otros tantos personajes imborrables, como la opulenta cantante Lizbeth, o Éva, la mujer maltratada por su marido. Todos estos personajes, de los que no he nombrado más que una ínfima parte, junto con la eficaz narración en tercera persona, convierten la clásica novela policiaca, protagonizada por un comisario carismático que se atribuye todo el hechizo, en una obra coral, donde las pequeñas historias no desmerecen el relato de largo recorrido que supone la investigación y se engarzan con precisión mostrando un collage que te atrapa desde las primeras líneas y devoras extasiado. La autora, que domina el género como nadie, sabe sacar todo el provecho a las situaciones y a los contextos y, así, construye algunos escenarios reconocibles desde su presentación, y que son lugar común a lo largo de la narración, donde ya nos sentimos como un habitual más: me refiero principalmente a la plaza donde Joss Le Guern vocea sus pregones y al bar El Vikingo, lugar de encuentro de los principales personajes de la novela. Todo, los contextos, las atractivas personalidades que se dan cita, la trama enrevesada, las relaciones que se crean y las que mueren, las buenas conversaciones, todo, de la fina factura de los mejores orfebres, para una novela que deja una huella negra indeleble.
La novela policiaca ocupa un lugar memorable en el imaginario de todo lector seducido por la aventura y el misterio, y autoras como Fred Vargas, con una voz personalísima, te recuerdan siempre porqué te gusta tanto este género.

19 ene 2009

Tomando aliento con VanGaeelen

Por el tortuoso camino que debe llevarme a producir mi próxima crítica literaria, me he trastabillado con una joya de videoclip del músico canadiense Chad VanGaeelen. Toda resistencia a haceros partícipes de él ha sido en vano.
Conjuga perfectamente una historia de pesadilla y fantasma vengador con un dibujo precioso (de mano del mismo VanGaeelen). La música es también maravillosa: un canto de ultratumba que persigue a los hermanos hasta su forzado deceso. Estos argumentos son mi mejor coartada.

13 ene 2009

Quarantine.

Buena Luna!

Volvemos a estar por aquí, esta vez con pocas ganas la verdad, porque hoy nos toca hablar de "QUARANTINE", el remake americano de la aclamada [REC]. Aunque se nos ha querido vender que podría ser una secuela en paralelo o algún tipo de película diferente basada en el éxito de Balagueró, Berdejo y Plaza, no es mas que uno de los remake's con mas cara que he visto en mi vida.

SINOPSIS: Una reportera y su cámara se quedan atrapados en un edificio con otra gente cuando, en ese momento, sellan el lugar por una supuesta infección vírica en la ciudad de Los Ángeles.

Después de quitarme la pereza que me daba ver lo que a todas luces iba a ser mas que un remake un calco, he podido comprobar que se cumplieron todos mis expectativas.

El director John Erick Dowdle, se encarga de manera magistral de copiar casi letra por letra y diálogo por diálogo, la mayor parte de las escenas de la película española. Es cierto que si una película es buena es tontería cambiarla, pero lo que si que esta muy feo es jugar con la ambigüedad de hacer creer al publico (sobretodo al español que ya vimos en su día [REC]) que esto era algo diferente.

Después de esforzarme para encontrar las siete diferencias entre los dos films, sin contar con el reparto y la ubicación, puedo decir que aunque son mínimas las hay.

Empezando por el principio, en la versión americana las tomas del departamento de bomberos son mucho mas abundantes y juguetean con la tontería sexual entre reportera y bomberos que para mi desmerece la visión mas profesional que dan los directores españoles.

Tras las chiquilladas varias jugando con los bomberos la película sigue el mismo argumento linea por linea que el español, desplazándose hasta un edificio en L.A donde un brote de un virus ha infectado a sus ocupantes.

Me molestó honestamente ya que me toca de cerca, que el equipo español utilizase como figura sanitaria a un practicante u ATS, cuando dicha figura no existe hace años en España y dichos profesionales son diplomados universitarios, pero el cambio por un veterinario (Greg Germann) no es mucho mejor. Además la explicación en plan "Barrio Sésamo" de que es la infección, me parece que le quita gracia al desarrollo de la película.

Otro punto que no me gusta especialmente de la versión americana es la participación coprotagonista del cámara, que juraría que en la versión española no aparece y en esta sí. Puede parecer una tontería, pero la visión subjetiva sin aparición del cámara en ningún momento en la versión española, hace que te metas de lleno en la historia y la vivas como uno de los que están en el edificio en cuarentena, cosa que se corta de raíz cuando aparece Scott y nos devuelve de un golpe a la butaca del cine.

Como no, hay que destacar el aumento de medios ¡son Americanos, por Dios! tanto en lo que carnaza para que haya sangre se refiere, como en los medios policiales y de aislamiento.

En definitiva, una película que estaría muy bien, si no se hubiese hecho ya. Mi recomendación sin duda es ver la [REC] española, que pronto tendrá una verdadera secuela de la que, aunque no se ha desvelado casi nada, hemos podido saber que la historia arrancará dos horas después del desenlace de la primera parte.

PD: Por si os interesa AQUÍ tenéis el link del comentario de [REC] que hicimos en 2007.

VALORACIÓN:

9 ene 2009

Repo! The Genetic Opera.

Buena Luna Criaturas!

Después de varios días desaparecidos como consecuencia de las congestiones estomacales secundarias a las comilonas navideñas, volvemos a estar por aquí y hemos empezado fuerte! Después de mucho esperar y de un intento fallido de visionado en el Festival de Sitges del año pasado, ha llegado a las carteleras españolas "Repo! The Genetic Opera", la que desde que se supo de su concepción ha venido a ser llamada película de culto por los entendidos en el género.

SINOPSIS: En pleno siglo XXI, una epidemia que causa fallos orgánicos está devastando el planeta causando millones de muertos. GeneCo, una empresa biotecnológica, ofrece financiación para las operaciones de cirugía más avanzadas con absoluta disponibilidad de órganos. Pero si los agraciados con esta medida no son capaces de hacer frente a los pagos, GeneCo se reserva el derecho de recuperar los órganos a cualquier precio, aunque éste sea la muerte.

He de iniciar el comentario de esta película diciendo que soy fan incondicional de "The rocky horror picture show" y como desde que se empezó a hablar de Repo! se la ha comparado muchas veces, no tanto en el film en sí, sino en el movimiento de fans y por convertirse en una obra de culto como ha sucedido con The Rocky, mi predisposición para el visionado era francamente buena.

El director es el archiconocido por su trilogía de Saw II,III y IV, Darren Lynn Bousman que en 2006 ya rodó un cortometraje sobre la micro opera de 10 minutos en la que se basa Repo!
La idea original surgió de la colaboración de Darren Smith y Terrance Zdunich (que también aparece como actor), que sobre 1999 estrenaron en un formato original de ellos, las operas de 10 minutos, "The Necro-Merchants Debt" una obra que dejó muy buen sabor entre el público americano y que dió pie a su forma mas amplia en "Repo! The Genetic Opera" en su forma teatral. Después de una muy buena acogida del público y tras su llegada a la gran manzana, da el salto a la gran pantalla.

Los tres mosqueteros, junto con todo el equipo de estilismo, fotografía, maquillaje y demás, han conseguido crear un futuro neo-gótico con tintes rock y un formato operístico en toda regla, que como mínimo impresiona. Siendo el director quien es, no es de extrañar que las vísceras, sangre y amputaciones mas que evidentes, surjan de entre las canciones como bonito confeti en las fiestas infantiles.

La estética es rompedora y desde luego, a pesar de las pocas salas donde se proyecta y la baja asistencia de público, creará una saga de fans incondicionales bien guiados por la campaña de marqueting de la que se ocupan los responsables del film. Que se convierta en una película de culto no quiere decir que tenga una calidad escandalosa y sea una obra maestra, pero si es cierto que muestra algo nuevo en el panorama cinematográfico actual y con una estética tan atrayente, las legiones de adolescentes con uñas negras y una exagerada sombra de ojos van a ser tremendas.

Entrando a analizar mas a fondo lo que es la película en sí, puedo decir que ha habido momentos en los que la comparsa y las coreografías grupales me han recordado gratamente el montaje cabaretero que pudimos ver el "Moulin Rouge" de Baz Luhrmann y que dan una sensación de grandiosidad y de espectáculo impresionante. Eso sí, al igual que se puede decir que en "Moulin Rouge" la voces de los actores sorprendieron gratamente, a mi no me ha sucedido lo mismo aquí. Si es cierto que los protagonistas, el dr Nathan Wallace y su hija Shilo, dan la talla y sus voces se integran bien dentro del mundo futurista neo-gótico con las canciones rock, punk y góticas que se alternan, peor dejan el listón las voces, o al menos el uso que hacen de ellas, toda la familia Largo en general.

El argumento, otro punto que al igual que pasa en "The Rocky horror picture show" queda en segundo plano ante la estética rompedora y las coreografías musicales, parece algo endeble en Repo!
Si se hubiese cuidado la trama y el desarrollo de los personajes de la misma forma que se ha cuidado la estética de la película, estaríamos sin duda ante un hito del cine de todos los tiempos, pero la historia queda relegada a un segundo plano, apareciendo coja en muchos momentos, insustancial y con vueltas de tuerca tan simplonas que desmerecen todo el resto de trabajo realizado.

Un especial apartado merece el montaje, que dándonos unos cortes tremebundos en un par de ocasiones, hace que la libido cinéfila se deshinche rápidamente y no se mantenga el ritmo durante la totalidad de la proyección. También le hace un flaco favor al intento de transformar en opera la película, desvinculando el ritmo de las interpretaciones. Sin duda un gran trabajo...

Para terminar, hay que destacar la aparición de la... ¿estrella mediática? Paris Hilton, que cumple a la perfección con su papel de hija mimada y atontada de un rico magnate.

Desde luego creo que es una película de imprescindible visionado para todo aquel que busque nuevos horizontes en el cine actual, pero que no quiere decir, ni mucho menos, que le vaya a gustar, o si, o no, o ¡que se yo!

VALORACIÓN: