24 oct 2011

EVA.



Buena Luna!


Ya os la comentamos cuando la vimos en Sitges, pero ahora con motivo de su estreno en la cartelera comercial de España rescatamos la crítica.

Después de esta introducción vamos con la película inaugural de esta 44ª edición del festival y que este año tenemos la suerte que sea española. Estoy hablando de "EVA" de Kike Maíllo, coautor de una serie de animación para adultos muy conocida en Cataluña que aquí se llama "Arros Covat". Kike nos presenta su visión futurista de una realidad donde los robots conviven, en un futuro no muy lejano (2041), con una humanidad muy real.




SINOPSIS:
Año 2041. Un futuro cercano, donde los seres humanos viven acompañados de criaturas mecánicas. Eva, una niña de 10 años, es testigo único de un trágico accidente en el que muere su madre, a raíz del cual queda amnésica. Ayudada por Álex, un talentoso ingeniero, Eva se adentra en el mágico mundo de la robótica e intenta recuperar su identidad. Juntos, Eva y Álex revisarán su pasado en un fantástico viaje que les precipitará a un final revelador.

Todo empieza con un flashforward, que a mi gusto deja un poco matada una de las sorpresas de la película y que aunque es buena herramienta para tener al espectador atento al desarrollo de la trama, hay veces que destripa mas que otra cosa. 

La estética retro, casi neo grunge del vestuario, de los personajes, de los vehículos y edificios, contrasta de una manera muy atractiva a mi parecer, con la inclusión en el paisaje de la cotidianidad de la película, de todo una gama de robots que aderezan los escenarios donde se desarrolla la trama. Clara influencia en el diseño de los droides de la saga StarWars, ya que se pueden incluso identificar claros calcos de las unidades R2 y parecidos AT-AT's mas que razonables. Independientemente de lo estético de los robots, hay que decir que visualmente están muy bien integrados, desde el primero, Gris, el gato robot del protagonista encarnado por Daniel Brhül; hasta el último Max, un C3PO de carne, hueso y metal encarnado por un magnifico y nada encasillado Lluís Homar.

Después de una puesta en escena tan buena, la verdad es que a la trama le falta "punch", fuerza, un genio atormentado vuelve a su ciudad para encargarse de un reto cibernetico y vuelve a enmarañarse por un amor perdido y una relación a tres. En medio de todo esto aparece Eva, una niña que centra la idea de la película y que se hace mas previsible a cada minuto de metraje. A pesar de lo dicho, la película tiene interés, esta bien llevada y bien interpreatda y pese a una bajada de ritmo hacia la mitad, es atractiva y diferente, mucho mas si pensamos que es una producción nacional y teniendo en cuenta a lo que nos tiene acostumbrados el cine de este país.

En definitiva, podríamos decir que es una mas que digna película de inauguración de un Festival de Sitges centrado en la Inteligencia Artificial y que como mi amigo Alberto ha dicho, se nota que también ha bebido ampliamente de la "IA" que nos trajo Spielberg en su día, sobretodo en lo que ha cuestiones morales sobre lo que nos hace humanos se refiere.



Lo mejor: La estética y Lluís C3PO, relaciones cibernéticas humanas.
Lo peor: lo previsible de la trama.

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